El intento de robo ocurrió durante el verano en un domicilio de la zona sur de la ciudad, cuando los imputados habrían amenazado con arma de fuego a la empleada de la casa y encañonaron a dos nenas para sustraer el dinero. Al arribar personal policial, gracias al aviso de los vecinos, uno de los delincuentes habría encañonado a la empleada utilizándola como escudo humano pero al observar la numerosa presencia policial, se entregaron sin ofrecer resistencia, por lo que se procedió a la detención de los imputados y al secuestro del dinero y el arma. La Fiscalía los imputó por “violación de domicilio en concurso ideal con privación ilegitima de la libertad en concurso real de robo agravado por el uso del arma de fuego y ser en poblado y en banda, en grado de tentativa”, por lo cual la pena en expectativa es mayor a 10 años y sería de cumplimiento efectivo.

Durante la audiencia realizada en la mañana del miércoles, el Ministerio Público Fiscal presentó la acusación y se revisó la medida de coerción que sufrían los imputados. Los funcionarios de fiscalía Alejandra Hernández y Jorge Bugueño solicitaron la continuidad de la prisión preventiva de los jóvenes hasta, en principio, la audiencia preliminar ya que “el grave hecho fue cometido en flagrancia y ninguna medida sustitutiva les dará la tranquilidad a las victimas ni al Ministerio Público Fiscal”. Además lo fundamentaron en los peligros procesales y el historial delictual de los sospechosos ya que “son personas con antecedentes en hechos graves y existe un peligro real y concreto. Además, una de las victima fue una mujer embarazada de dos meses, que tuvo que ser internada y otras victimas son dos menores de 7 años” indicaron. Por su parte, el Defensor Público Carlos Bellorini se opuso a la prisión preventiva y solicitó el arresto domiciliario para ambos jóvenes. Finalmente el Juez Horacio Yangüela, luego de escuchar ambos argumentos, dispuso dictar la prisión preventiva hasta la audiencia donde se presentarán las pruebas para ser utilizadas en el juicio.