La jueza de garantías Karina Breckle además del arresto domiciliario, impuso severas condiciones de conducta a María Aburto que está imputada de haber asesinado a su pareja en Rawson. De no cumplir algunas de ellas, podría volver a prisión durante el tiempo que transcurra hasta la realización del juicio oral y público en su contra. Se trata de una decena de disposiciones, entre ellas la colocación, a partir de hoy, de una tobillera electrónica.
La magistrada tomó la decisión ayer, no obstante haber postulado la Fiscalía de Rawson, que la imputada continúe en prisión preventiva por el riesgo de que intente fugarse, ya que, si es hallada culpable en el Juicio Oral, podría caberle una pena superior a los ocho años de prisión.
La mujer a partir de este jueves estará en arresto domiciliario en una casa de la calle Roca de Rawson que sus familiares dispusieron. Un pariente cercano se hará responsable indirecto del cumplimiento de las condiciones impuestas por la jueza Breckle.
Además de la pulsera electrónica que permite seguir a la distancia todos sus movimientos, Aburto recibirá diariamente tres visitas sorpresivas de la Policía para saber si está en el interior de la vivienda. Además, no podrá usar teléfono ni redes sociales, solo podrá concurrir al Hospital en un caso de urgencia personal y antes deberá comunicarlo a la jueza a través de su abogado, no podrá consumir bebidas alcohólicas ni drogas y no podrá mantener ningún tipo de contacto con la familia de Luis Vargas (la víctima del hecho). Tampoco podrá mantener contacto con ninguno de los testigos del caso.
En caso de violar algunos de estos condicionamientos o si los policías que la visiten de manera sorpresiva detectan que se encuentra drogada o alcoholizada, volverá a prisión hasta que se realice el juicio oral y público en su contra.
Aburto está imputada del delito de homicidio simple que prevé penas que van desde los 8 hasta los 25 años de prisión.
-Producido por el Área Comunicación Institucional del Ministerio Público Fiscal del Chubut, Oficina Rawson.