El lunes se conocerán los alegatos Para el lunes próximo está previsto que se escuchen los alegatos de las partes en el jury de enjuiciamiento que ayer se le inició al defensor oficial Javier Reuter al que el Consejo de la Magistratura consideró como “insatisfactoria” su evaluación al momento de realizarle un nuevo examen para que continúe en esa función, luego de tres años de trabajo. El Tribunal estuvo integrado por el Juez Daniel Revagliatti Rusell, acompañado por los diputados provinciales Hugo Sastre, Mariana Rippa y los abogados  Miguel Caviglia y Gustavo Gerosa Lewis. La acusación estuvo a cargo del Procurador General Jorge Miquelarena, acompañado por el abogado Marcos Fink. Por su parte, Reuter fue representado por el defensor particular Guillermo Hervida. La acusación Al momento de conocerse la acusación, se hizo alusión al dictamen del Consejo de la Magistratura en lo que consideraron un “mal desempeño autónomo”, en alusión a la tarea realizada por Reuter en los tres años en que se desempeñó como defensor oficial en los tribunales de Trelew. Entre ellas se destaca que “los defendidos se niegan a ser representados por Reuter” e incluso denunciaron “malos  tratos”. También consideraron “problemas de adaptabilidad al rol de defensor poniendo en peligro la situación de inocentes” y que “es incapaz de trabajar en equipo, teniendo mala relación” con sus superiores y faltas como el “olvido” de concurrir a una audiencia. Además de “llegadas tardes y falta de adaptación funcional”, también se destacó “falta de atención a sus defendidos, que no los visita ni atiende a sus familiares”. Se destacó también falta de “compromiso y cooperación en la tarea que desempeña, además de capacitación y estrategia al momento de planificar su trabajo”. Todo ello –consideraron los consejeros- pone “en riesgo el servicio de justicia y los derechos de los inocentes que pudieran ser por él defendidos”. Por estos y otros argumentos, el Consejo de la Magistratura declaró por unanimidad “insatisfactoria la evaluación” realizada a Reuter. También fue denunciado por la calidad de sus declaraciones periodísticas realizadas en febrero del año pasado a los diarios “Crónica” y “El Diario de Madryn”, las que fueron consideradas como “faltas éticas”. En cuanto a los hechos concretos se supo el caso de una queja presentada por Julio López al que le dijo que “se iba en libertad” en una breve conversación en un pasillo, siendo que “aún sigue detenido”. También se citaron otros casos similares en donde tras las quejas, otros defensores debieron reemplazar a Reuter. En cuanto a la comprobación de los casos en algunos de ellos se basaron además en testimonios de empleado de la defensoría de Trelew y hasta del defensor general adjunto, el doctor Adolfo Pérez Galimberti. También se tuvieron en cuenta, dichos de defensores adscriptos, colegas de Reuter, empleados y otros superiores del abogado. Testigos Cuatro fueron los testigos que se presentaron en la audiencia de ayer, todos de interés para la defensa de Reuter. Fue el propio abogado sometido a jury el que se encargó de preguntar. Uno de los testigos en el jury a Reuter, fue el contador Jorge Barcia, condenado por la Cámara del Crimen de Trelew por diversas irregularidades mientras conducía el Banco del Chubut S.A. en lo que periodísticamente se llamó la “megacausa”. En el juicio respectivo Barcia fue defendido por Reuter. En el Jury iniciado ayer, se trató de un testigo de la defensa. Barcia dijo que Reuter lo hizo sentirse “acompañado, muy apoyado y con un elevado nivel de compromiso” al momento de analizar el expediente de 12.000 fojas al que consideró “muy complejo” y el largo juicio que demandó más de un año de audiencias. “Me ha demostrado un gran grado de compromiso y una asistencia permanente, independientemente de los resultados de ese Juicio Oral”, indicó Barcia. Indicó además que “Reuter, me demostró una gran autonomía, si tenemos en cuenta la actitud de otros defensores oficiales”. Los dichos de Barcia aludían al defensor oficial  Sergio Rey que representaba a John Williams –otro de los imputados- que según a su criterio realizó acuerdos –los calificó de “contubernios”- con el equipo de fiscales que llevó a los jueces “a fallar con parcialidad”. Tanto Miquelarena como Rebagliatti Russell prefirieron no profundizar en preguntas en este aspecto para no ingresar en otro tema “que no es motivo del debate” principal. También declaró Abrelia Ovando Ortega. Se trata de una vecina de Trelew que durante todo el tiempo en que duró el juicio por la llamada periodísticamente “megacausa”, asistió casi en forma regular a las audiencias por una relación de parentesco con el ingeniero José Salvador Arrechea, otro de los imputados hallado culpable por la Cámara Primera del Crimen de Trelew. Su testimonio fue breve y se limitó a referir la “presencia” regular de Reuter defendiendo a Barcia. Luego declaró Sergio Ferrin, un abogado con servicios en la Fiscalía de Trelew a quien lo une una relación “de afecto, sin ser amigos, con Reuter”. En función de su trabajo previo en la oficina judicial, dijo que a Reuter “lo veía llegar un rato antes de las audiencias”. Indicó que en las audiencias en las que él participaba  “siempre estaba al fondo de las salas de audiencias al defensor Sergio Rey tomando anotaciones. Me llamó la atención que un funcionario de menor rango controlara a otro de mayor rango“. Reconoció sin embargo que “nunca vi las anotaciones de Rey” pero que era vox pópuli que había cierto “enfrentamiento entre ellos”. Agregó que a Reuter “nunca vi que le llamaran la atención por llegadas tarde”.    Finalmente se escuchó la declaración de Celia Oviedo, una vecina de Rawson que fue testigo de la asistencia de Reuter a un curso acerca de jurisprudencia civil, realizado en la Universidad de Trelew, organizado por el Centro de Estudiantes de Derecho que otorgó los respectivos certificados. Defensoría General Al momento de decir sus últimas palabras, Reuter descalificó a las más altas autoridades de la Defensoría General que –según sus propias palabras- funciona como “una verdadera mafia” y a la que “no le importa la seguridad pública”. Denunció que las autoridades de la defensoría concurrían a la Alcaidía de Trelew para instar a los presos a denunciar a Reuter a cambio de “lograr la libertad”. Respecto de los cursos de capacitación dijo que concurrió a numerosos cursos, pero “yo voy por los conocimientos, no por el cartoncito”, en alusión a los certificados que se otorgan. Se consideró una persona no grata para la Defensoría General “porque denuncio las ilegalidades, no les sirvo y soy considerado como peligroso” destacando que en ese trabajo “se vive en un clima de temor”. También dijo que a veces no podía concurrir a las audiencias “por estar abocado a la megacausa”. Respecto de sus visitas a los detenidos, dijo que “fui el único abogado defensor que cumplió con el cronograma de visitas a los detenidos”. Finalizó diciendo que “si me quieren echar que me echen, pero yo no voy a renunciar a mis principios”.