JUICIO POR ENCUBRIMIENTO: ABSOLVIERON A LOS IMPUTADOS
Los hermanos Diego Armando (21) y Mauro Leandro Jara (24), resultaron absueltos, luego de afrontar un juicio oral y público, en el que habían sido acusados por los delitos de encubrimiento y encubrimiento agravado, respectivamente. El juez Roberto Casal, considero que fueron insuficientes los medios de prueba propuestos por la parte acusadora y resolvió absolver libremente a los dos jóvenes imputados.
En la sala de audiencias de la oficina judicial, se desarrollo una audiencia de lectura de la sentencia.
El acto judicial fue presidido por el juez Roberto Casal. La Fiscalía estuvo representada por la fiscal Laura Castagno. Los imputados, recibieron el asesoramiento del defensor público, Gustavo Oyarzun
La fiscalía, había acusado a Mauro Jara como autor penalmente responsable de los delitos de encubrimiento simple -tres hechos- y un hecho de encubrimiento agravado por el ánimo de lucro.
En el momento de los alegatos finales, Castagno había solicitado que cumpla una pena de tres años de prisión.
Con respecto al acusado Diego Jara (21), el Ministerio Publico Fiscal le imputo la autoría de un hecho de encubrimiento, y solicito que se le aplique la pena de un año de prisión.
LOS HECHOS
El 05 de Julio del 2013, a las 21:45 horas aproximadamente, en una vivienda ubicada sobre la calle Belgrano entre Perito Moreno y España se encontraban Mauro y Diego Armando Jara.
Según los investigadores los acusados habrían receptado, ocultado y consumido varios elementos, que habían sido denunciados como sustraídos del local comercial “Heladería Ivana”, ubicado en Avenida San Martín entre Ameghino y 28 de Julio.
Asimismo, se acuso a Mauro Jara por la recepción de dos cubiertas para camión, sabiendo que las mismas eran de origen ilícito.
En este contexto, se supo que esos elementos habían sido sustraídos de un galpón ubicado sobre la calle Williams, frente al comedor comunitario del barrio Buzzo.
Asimismo, Castagno sostuvo que el 28 de junio del 2013, Mauro Jara y un menor de edad, en horario nocturno procedieron a la venta de dichas cubiertas, recibiendo dinero por las mismas.