En la sala de la cámara penal, ubicada en el sexto piso de tribunales en Trelew, se desarrolla el juicio oral y público donde se ventila el hecho ocurrido el 22 de marzo de 2014 en el pabellón cuatro de la alcaidía de esta ciudad, cuando en su interior perdió la vida Juan Carlos Agüero, víctima de numerosas heridas y por lo cuál se encuentran acusados los hermanos Pablo y Sergio Rivero por homicidio agravado con ensañamiento y se endilga el delito de encubrimiento agravado a Diego Huenelaf, Nahuel Santul, Miguel Angel Sañanco, Néstor Riquelme, Héctor Lastre y Nicolás Brizuela.
Las jornadas han tenido continuidad durante la semana, llevándose adelante durante la mañana en horario de 9 a 13 aproximadamente, sin presencia de público en la sala, pudiéndose seguir las alternativas a través de una pantalla ubicada en el hall situado en el primer piso del edificio. Hasta el momento han sido convocados testigos por parte del Ministerio Público Fiscal, representado en la oportunidad por la fiscal general María Tolomei, produciéndose algunas deposiciones mediante video conferencias, como por ejemplo la correspondiente a la perito en toxicología, cuyo laboratorio está asentado en Comodoro Rivadavia, dejando constancia que en las muestras correspondientes a la víctima, se pudo detectar que no hubo consumo de alcohol ni estupefacientes, al momento de los sucesos.
Otra de las particularidades que tiene este debate, se manifiesta en que algunas personas deben atestiguar en otras salas, con el fin de resguardar la seguridad, tratándose de individuos que han compartido con los acusados o la víctima tanto el ámbito relacionado con el pabellón o el de la alcaidía policial. Cuando esto sucede, los acusados pueden seguir estos testimonios que se proyectan de manera simultánea.
Golpear la reja
Uno de los que se expresó ante las partes dijo que mantenía una buena relación con Agüero, aunque se encontraban en diferentes pabellones, y no llegó a advertir que se produjera algún incidente en aquel momento, producto de los ruidos y la música que son habituales en aquel lugar. Supo que algo había pasado cuando fueron ingresando paulatinamente los agentes que trabajan en aquel servicio, y al hacerlo debían pasar frente a su pabellón.
Resaltó a la víctima como una persona derecha y sin problemas, desconociendo las razones por lo que pudo haber perdido la vida de tal manera. Consultado sobre los código y la jerga que utilizan los internos, recalcó estar seguro que Agüero se defendió ante los ataques, “no era un tipo capaz de golpear la reja”, indicó, aclarando que se dice así cuando alguien quiere alejarse o irse ante alguna situación apremiante: “estoy seguro que el hizo frente al ataque”, dijo. Por otro lado, sugirió que quienes entregan el cuerpo son responsables de la muerte, ya que habitualmente quienes no tienen algún grado de participación no se meten. Graficando esto en algunas situaciones personales que le tocó vivir.
Uno se queda y otro se va
Otro de los que declaró en una sala adyacente fue Cristian Rivera, sindicado como amigo de la víctima, cosa que ratificó al ser consultado por los jueces sobre su relación entre ambos y al momento que se le preguntó si era amigo o enemigo de alguno de los acusados dijo que amigo no era, “ y…mataron a mi amigo”, dijo. Contó que lo conocía desde 2005 en la unidad 6, donde estuvo hasta 2009, compartiendo pabellón el primero de los años en aquel sitio, reencontrándose luego en diferentes dependencias y estuvieron los últimos ocho meses en la alcaidía hasta el momento que es trasladado a la seccional tercera, el fatídico 22 de marzo de 2014.
Refirió que no sabría decir si Agüero tenía problemas personales con alguno, siendo que hasta el momento de irse estaba tranquilo. “Yo ranchaba con él”, señaló para explicar que dormían en las camas ubicadas en el mismo sector o “rancho”. Luego recordó que ese día habían tenido ambos visitas, y cuando volvieron a él le informan sobre su traslado a la seccional tercera.
Ante preguntas, hablando de las formas en que se relacionan los internos durante la detención, aseveró que “si hay quienes se tienen pizca y se agarran, uno se tiene que quedar y otro se va, y si el que pierde no se quiere ir tiene que seguir peleando o llamar al encargado, ahí puede golpear la reja” sostuvo finalmente.
Las partes
El juicio oral y público cuenta con el tribunal conformado por el Juez César Zaratiegui, como presidente, Mirta Moreno y Sergio Piñeda, haciendo las veces de vocales, representando al Ministerio Público Fiscal la fiscal general María Tolomei. La querella en representación del padre de Agüero la ejerce Andrés Morales y la defensa de todos los acusados la lleva adelante Lisandro Benítez, acompañado por Angela Gómez Lozano.