Extensos alegatos de las partes se escucharon en la sala de audiencias de la cámara del crimen, ubicada en el sexto piso del edificio de tribunales en Trelew, donde se intenta dilucidar el hecho por el cuál perdiera la vida Bruno Rodríguez Monsalve, el 26 de marzo de 2012, como consecuencia de haber recibido varias puñaladas, siendo imputado como responsable Aldo Gastón Béjar.
Fiscalía
El fiscal general Fabián Moyano refirió a las pruebas ofrecidas, sosteniendo que deben sentar en el tribunal una convicción necesaria que disipe las dudas que pudieran plantearse, teniendo en cuenta la reticencia manifestada por la mayoría de los testigos, quienes habrían participado aquella madrugada de un encuentro, aunque poco fue lo que expusieron durante el juicio. Según el fiscal, los deponentes han manejado códigos y acuerdos puestos de manifiesto en las escuchas telefónicas, aunque quedó en evidencia, de acuerdo a su parecer, quien es el autor de las puñaladas y los motivos que lo llevaron a tal accionar, al sentirse ofuscado por un robo de sus pertenencias que habría consumado la víctima.
En ese marco, destacó que Franco Esteban había mentido en la declaración durante el debate, contraponiendo sus dichos con los de Sisterna, un policía que trabaja en la parte de logística y que resultó ser pareja de la madre del primer mencionado. La necesidad de buscar una verdad aproximada a la realidad y los indicios traídos al juicio, ante la reticencia y las mentiras de los convocados, fue enfatizada por el doctor Moyano, intentando convencer al cuerpo colegiado para que Béjar sea declarado finalmente culpable de homicidio simple, artículo 79 del Código Penal.
La defensa
En contraposición, el abogado particular Gustavo Latorre, señaló que la fiscalía lo único que pudo probar es que Bruno Rodríguez fue muerto de varias puñaladas, por lo que no ponía objeciones a la materialidad. Sin embargo, no se pudo determinar el donde, el como y mucho menos quien fue el autor de este delito, explayándose en el análisis de cada uno de los testimonios, afirmando la coherencia existentes entre los mismos.
Intentando rechazar las expresiones del acusador, dijo que cuando un hecho se trae a debate se busca la certeza de lo sucedido, no pudiéndose responsabilizar a una persona por la simple convicción, a partir de indicios, solicitando la absolución de su cliente, a partir que no ha quedado comprobada su participación en los hechos endilgados a su persona.
El acusado
Aldo Gastón Béjar, el acusado, pidió hablar en dos oportunidades y en ambas se expresó brevemente. En la primera, al comienzo de la jornada, manifestó que habían estado aquella noche y se quedaron dormidos, pero cuando despertó se encontró con que le faltaban algunas cosas, dirigiéndose a la casa de Franco Esteban y desde ahí salir juntos, pero sin encontrar a nadie.
Luego de los alegatos, pidió hablar nuevamente, relatando que él no mató a Bruno Rodríguez, asegurando ser amigo de su familia, cuyos integrantes inclusive compran en un almacén de sus parientes. Luego remarcó ser un perseguido constante de la policía, al aseverar que si queda libre, cuando haga una cuadra lo van a estar asediando seguramente, a la vez que dejó en claro las dificultades que tiene por esta causa, ya que al estar escrachado ha perdido el trabajo y ahora nadie lo quiere tomar por sus antecedentes, perjudicando también sus estudios, explicó.
Veredicto
El tribunal de enjuiciamiento, integrado por los Jueces Daría Arguiano, Ana Laura Servent y Sergio Piñeda comunicó que el veredicto será dado a conocer mañana a las 12 en la sala de audiencias dispuesta por la oficina judicial.