La Fiscalía logró la condena del cuarto imputado de incendio y robo ocurrido en 2012, luego de que el imputado permaneciera prófugo por una década. Lorenzo Roberto Andrade, había accedido a una Suspensión de Juicio a Prueba, pero incumplió con las medidas impuestas, debía enfrentar un juicio y para evitarlo se profugó. Cuando los delitos por los que se lo acusó están próximos a prescribir, fue hallado, detenido y llevado ante la justicia.
La defensa ofreció un cálculo de los plazos en base al que pidió su sobreseimiento por prescripción. La Fiscalía se opuso y luego de analizar los antecedentes del caso, el juez concluyó que no se encuentra prescripto si se toma en cuenta la fecha en que otro magistrado revocó la Suspensión de Juicio a Prueba por incumplimiento. El juez argumentó que aceptar el planteo sería desconocer la resolución un juez … que es una resolución que está firme y consentida. Este principio de seguridad jurídica impide que los casos se revisen indefinidamente, asegurando que el sistema avance sobre cimientos sólidos.
Rebeldía larga, juicio breve
Resuelta la batalla por los plazos, quedaba por definir los detalles del juicio. La Fiscalía quiso asegurar que la investigación tenga un cierre legal. Un juicio incierto, basado en testimonios de testigos cuyos recuerdos se han desvanecido, es un riesgo. Entonces el fiscal Fidel González, tomando como antecedentes que coimputados por estos mismos hechos fueron condenados a tres años de prisión en suspenso, propuso a la defensa un acuerdo de juicio abreviado en esos términos.
Luego de hablarlo con el imputado, la defensa accedió al juicio abreviado y el imputado reconoció su responsabilidad y aceptó la condena. Se tuvo en cuenta que no tiene antecedentes penales, el tiempo transcurrido y la convicción de que una pena de prisión efectiva después de tanto tiempo no cumpliría ninguna función de "resocialización" y sería contraria a los fines de la pena moderna.
El hecho
El 27 de febrero de 2012 a las 23:50 hs. aproximadamente, Andrade y sus cómplices, ingresaron al predio, entonces baldío de la intersección de las Avenidas Ameghino e Irigoyen, donde una familia había estacionado varios vehículos. Rociaron con combustible e iniciaron un foco ígneo en el interior de un colectivo Mercedes Benz, ocasionando la destrucción total de la carrocería, del mobiliario existente en el interior, entre los que se hallaba una garrafa pequeña que explotó. Antes de irse sustrajeron un stereo y un reloj para automóvil.