Por la muerte de Santino, un bebé de 11 meses
El niño estaba en grave estado y la médica le habría dicho a los padres que se tomen un taxi hasta el hospital, sin llamar a la ambulancia ni hacer una derivación. El bebé falleció y la fiscalía investiga a la médica pediatra la presunta comisión del delito de “abandono de persona”.
La Fiscalía solicitó a la Oficina Judicial la realización de la audiencia de apertura de investigación por un presunto caso de mala praxis en perjuicio de un niño de 11 meses. Tras realizar las medidas iniciales, como son la autopsia forense para determinar la causa del fallecimiento y el análisis de la historia clínica del pequeño, sumando a numerosas entrevistas con profesionales médicos, Alejandra Hernández, la funcionaria de fiscalía a cargo del caso, solicitó formalmente la apertura de investigación para imputar a la médica Patricia Reynoso la presunta comisión del delito de “abandono de persona seguido de muerte”, aunque cabe comentar que dicha calificación es provisoria y podría llegar mutar a “homicidio culposo” por mala praxis.
La investigación de la presunta comisión del delito se debe a que la médica dejó “abandonado” a su suerte al niño; sin solicitar una ambulancia para hacer el traslado y tampoco acompañando a los padres en el taxi. Sumando a que no realizó una derivación donde conste la gravedad de la situación del niño, por lo cual se atrasó la atención del niño en el Hospital. Esto, en principio, deslinda la responsabilidad de los profesionales del Hospital Subzonal Andrés Ísola, quienes atendieron al niño cuando ya se encontraba en un cuadro grave de salud.
La apertura formal de la investigación y la presunta responsabilidad de la médica pediatra surge, a criterio de los fiscales que investigan la causa, en que la Dra. Patricia Reynoso -que se encontraba realizando la guardia de pediatría de la clínica Santa María-, recibió y asistió al bebé Santino con un cuadro grave de salud pero “lo dejó librado a su suerte”, entregándoselo a sus padres para que ellos mismos y por sus propios medios lo lleven al hospital a internarlo, incrementando de éste modo el peligro de vida del menor, quien luego de pocas horas falleció en el nosocomio local.
CRÓNICA
La investigación es a raíz de la muerte del niño Santino Huaniman, de 11 meses de edad, y se buscará determinar si existió responsabilidad penal de la médica Patricia Reynoso. La sucesión de hechos que culminaron con el fallecimiento del pequeño comenzaron a raíz de un cuadro de varicela con fiebre del niño, por lo cual sus padres lo llevaron a la Clínica Santa María donde fue atendido por una médica pediatra, que confirmó que el niño tenía varicela, le recetó ibuprofeno y baños para bajar la temperatura, dándole todas las pautas y cuidados que debía recibir.
Como para el día siguiente a Santino no le bajaba la fiebre, sus padres lo llevaron nuevamente a la clínica, donde fue atendido por la Dra. Patricia Reynoso, quien estaba de guardia, y le dio indicaciones pero no dejó constancia por escrito del estado del niño, ni sus signos vitales, obrando como única constancia el nombre del menor en el Libro de Guardia de la Clínica, sin establecer hora de atención.
El malestar del niño continuó hasta que el día siguiente, y como la fiebre no disminuía y tenía evidente dificultad para respirar, sus papás lo llevaron a la Clínica donde la pediatra Reynoso lo atendió nuevamente y, sospechando que el menor tendría un cuadro de neumonía, realizó un pedido de placas, el cual no pudo realizarse puesto que en la Clínica en cuestión no había electricidad, a raíz de un corte de luz general en la ciudad. Una hora más tarde, la Dra. Reynoso hizo controlar al niño los signos vitales, advirtiendo que estaba con taquicardia y tenía dificultad para respirar, le colocó una máscara de oxígeno y le dijo a los padres del niño que había que internarlo, pero que no lo podía hacer en la clínica porque el nene tenía el virus de la varicela y necesitaba estar aislado.
Para esto se comunicó telefónicamente la médica con el pediatra de turno del Hospital Local, a quien le solicitó la internación para el niño por varicela, pero sin solicitar el servicio de ambulancia ni informar que el niño estaba con un gran con oxígeno y en un estado de urgencia. Para esto, la médica confeccionó un resumen del estado del niño en un papel de certificado común, no una derivación; manifestándole a los padres que tenían que llevarlo al Hospital por sus propios medios y no en ambulancia, y que al niño no le pasaría nada.
Ante la desesperación por el evidente mal estado de salud del nene, su papá salió rápidamente en busca de un taxi, porque en la clínica no le quisieron llamar y recién después de una hora y media, el menor logró ingresar a la guardia del hospital, siendo atendido por dos médicos que constataron un estado de neumonía, internándolo en el nosocomio local. Ese mismo día, aproximadamente a las 21 horas, el menor falleció a raíz de un paro cardiaco, producto del cuadro de varicela complicado y una neumonía con supuración en hemotórax izquierdo y dificultad respiratoria con hipoxemia.
CALIFICACIÓN LEGAL
Existiendo el grado de sospecha necesaria, el Ministerio Publico Fiscal imputó a la médica Patricia Reynoso para investigarla por la presunta comisión el delito de “abandono de persona”, previsto y reprimido por los legisladores en el articulo 106 del Código Penal con penas de 5 a 15 años de prisión para el que abandone a su suerte a una persona a la que deba mantener o cuidar. Cabe que dicha calificación es provisoria y con el transcurso de la investigación podría llegar a mutar a “homicidio culposo” por mala praxis, que posee una pena de prisión de seis meses a cinco años e inhabilitación especial, en su caso, por cinco a diez años el que por imprudencia, negligencia, impericia en su profesión o inobservancia de los reglamentos o de los deberes a su cargo, causare a otro la muerte, tal cual lo establecido por el artículo 84 del Código Penal.