A solicitud de la defensa legal de Aldo Gastón Béjar, acusado por la muerte de Bruno Rodríguez Monsalve, se realizó una audiencia en la que se pidió la libertad del mencionado, a partir de la dilación que se viene dando para la fijación de una fecha para que se lleve adelante el juicio oral y público correspondiente.
En efecto, el abogado particular Gustavo Latorre enfatizó que dicho pedido tenía que ver con una consecuencia lógica de un proceso. En su momento se tuvo en cuenta el grado de probabilidad para decretarse luego el arresto domiciliario que viene cumpliendo Béjar, teniendo en cuenta que los riesgos procesales podrían ser neutralizados de esa manera, cosa que ocurrió, según manifestó.
Objetó luego el tiempo que está durando esta medida, pidiendo al juez evaluar su razonabilidad, dado que no hay fecha aún de debate, habiéndose efectuado la última audiencia hace casi dos semanas.
Fiscalía
El fiscal general Fabián Moyano no estuvo en desacuerdo con los dichos del defensor, recordando que el 20 de septiembre de 2012 se llevó adelante la audiencia preliminar, donde se elevó la causa a juicio y se dispuso el mantenimiento de la prisión domiciliaria. De acuerdo a los parámetros indicados por el artículo 300 del Código Procesal Penal, se debió haber entrado a debate en los meses de octubre o noviembre de 2012.
Si bien los plazos fijados por el mencionado artículo estan vencidos y se da un exceso en los términos procesales, no se dan sanciones cuando sucede, por lo que no puede sancionarse con la libertad del acusado. Consideró que para determinar la medida de coerción se tomó en cuenta la existencia de los riesgos de fuga y entorpecimiento, y al no desaparecer no puede revocarse la medida.
Pidió que se intime al director de la oficina judicial para una pronta fijación de la fecha, la que en un primer momento fue programada para el mes de abril, pero el certificado de internación de un testigo importante, en la provincia de Río Negro, hizo que se postergara su inicio. Sin embargo, el 7 de mayo, el propio fiscal Moyano elevó una nota, donde constaba la posibilidad de traslado del testigo, solicitando el juicio para junio.
En el transcurso de la audiencia un funcionario de la oficina judicial informó que debido a problemas de agenda, era imposible fijar el inicio del juicio para antes de agosto o septiembre próximos, aseverando que de existir disponibilidad de jueces durante la feria de julio, habría una mínima posibilidad, aunque se debería verificar tal situación.
Proceso
El Juez Adrián Barrios recordó que desde el 22 de mayo de 2012, fecha en la que se entregó Aldo Béjar, fue imputado por homicidio simple, resolviendo Defranco su prisión domiciliaria. Sobre esta medida, el mismo juez efectuó una revisión el 5 de julio, y posteriormente, el 3 de agosto, la fiscalía presentó la acusación, revisándose la medida de coerción el 6 de agosto de 2012, confirmándose la misma.
Otra revisión tuvo lugar el 20 de marzo de este año, tras la preliminar del 20 de septiembre del año pasado, mientras el 5 de abril podría haberse realizado el juicio de no haber mediado el problema con el testigo principal. Sin embargo, el 23 de mayo, el propio Adrián Barrios advirtió la prolongación excesiva del tiempo, pidiendo la inminente fijación de fecha para el evento.
Decisión
Mas allá de lo informado por la oficina judicial, el magistrado decretó que el juicio oral y público no podrá ser postergado y debería iniciarse antes de la feria judicial, dándole cinco días para que tal determinación se concrete en forma efectiva. Además, convocó a una nueva audiencia para el miércoles 19 de junio, con el fin de revisar la medida de coerción de Béjar y observar si se cumple con lo resuelto respecto a la fecha para dar curso al tan dilatado juicio oral.
Acusación
Aldo Gastón Béjar está imputado de haber dado muerte a Bruno Rodríguez Monsalve, quien fuera testigo protegido en la causa donde se juzgaron los hechos ocurridos en la seccional segunda en enero de 2012. La víctima murió el 26 de marzo de 2012, al regresar a su casa con tres puñaladas en su cuerpo.
De acuerdo a los elementos colectados en su momento, el presunto agresor habría participado junto a la víctima de algún encuentro entre amigos, habiéndose apoderado Bruno de ropa y una netbook que pertenecerían a Béjar.
Esta situación habría llevado a la reacción del último mencionado, comenzando una búsqueda que culminó con una reunión donde Bruno Rodríguez Monsalve fue apuñalado, contándose con escuchas telefónicas donde se detectan conversaciones que rebelarían lo ocurrido y que sindican a Béjar como autor. El propio imputado permaneció prófugo durante un tiempo, antes de entregarse voluntariamente para su sometimiento a proceso.