Trelew

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SE DESARROLLA EL JUICIO POR TENTATIVA DE HOMICIDIO DONDE ESTAN INVOLUCRADOS INTEGRANTES DE LA FAMILIA BALLARINI

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  Tras dos intensas jornadas llevadas adelante en la sala de audiencias del segundo piso de los Tribunales de Trelew, el Juicio donde se juzga la conducta de dos personas integrantes de una familia, acusados de tentativa de homicidio proseguirá el próximo martes desde las 15,30, luego de haberse escuchado las deposiciones de testigos presentados por ambas partes. HECHOS   Rubén Humberto Ballarini, de 40 años y su hijo Alejandro Rubén de 18 estan acusados de haber agredido y provocado lesiones graves a integrantes de la familia Guenchú, en un hecho ocurrido el 26 de febrero de 2009, cerca de las dos de la mañana,  entre las calles Love Parry y Pablo Neruda de Trelew. En los sucesos estuvo involucrado otro menor sobreseído por su inimputabilidad y dos personas mas, entre los posibles agresores, que no pudieron ser identificadas. La calificación jurídica del delito, de acuerdo a lo manifestado por el Ministerio Público Fiscal, representado por la Doctora Mirta Moreno, se encuentra es tentativa de homicidio, en el marco de los artículos 220, 221, 222, 223 y 235 del Código Penal. EL JUICIO   El Tribunal está conformado por el Doctor Darío Arguiano como presidente, acompañado por la Dra. Laura Servent y el Doctor Sergio Piñeda, mientras que la defensa está ejercida por el Doctor Fabián Gabalachis   Durante el primer día de debate se pudo escuchar las referencias periciales del caso, mediante el testimonio de los profesionales que llevaron adelante esa tarea, a la vez que el personal policial actuante detalló la manera en que fueron aprehendidos los hoy juzgados, brindando pormenores sobre el lugar de los hechos y las formas en que fueron encontradas las víctimas. En este marco, el Lic. Claudio Fernández relató como se llevó a cabo la reconstrucción de todo lo acontecido, en base a los testimonios que fueron aportando los involucrados. LAS VICTIMAS    Luego llegó el turno de los principales perjudicados, comenzando con Osmar Guenchú, quien expresó tener muy presente ese día de febrero, cuando estaba descansando y fue llamado por su hijo menor, dado que se había generado una pelea donde estaban sus hijos. Recordó haber salido a medio vestir y descalzo, cuando vió un grupo de cuatro personas tirando piedras. Al ver que se alejaban y sus hijos iban detrás, intentó seguirlos para pedirles que volvieran a la casa: “yo solo iba en busca de mis hijos”, manifestó.   Siguió el relato aseverando que cuando observaba que ellos intentaban retornar, apareció una persona portando dos elementos, uno en cada mano, siendo uno de ellos un hacha, y al verlo le dijo: “pará, llevate a tus chicos para adentro, que yo me llevo los míos y mañana vemos como arreglamos...”, tras lo cuál dice haber sentido un golpe y perdió todo sentido, sin llegar a recordar nada mas.   El testigo siguió expresando que tiene serios problemas de equilibrio y una dificultad neurológica, según el médico.  Ante las preguntas, señaló que despertó al otro día en la terapia del Hospital. “Esto me generó un desorden emocional, de dinero, y los problemas se me van agrandando”, explicó, para luego agregar: “salí con medio cuerpo paralizado, pensé que se me iba a pasar, pero no, cada vez estoy peor, se me nubla la vista, pierdo conocimiento, esta situación me pone por demás nervioso”.    Dio a entender que las dificultades se extendieron a su familia y su hijo perdió la posibilidad de seguir practicando deportes, preguntándose porque esta pasando por esto. Deslizó que podrían haber fallecido de la manera que actuaron y que a su hijo lo debieron operar habiendo estado entre la vida y la muerte.  Justamente, el testigo siguiente fue su hijo que también sufrió graves heridas, detalladas por los profesionales oportunamente, coincidiendo en algunos aspectos de la exposición efectuada con su padre. Indicó que llegado un momento, cuando perseguían a los Ballarini y otros para que se alejen del lugar, se trenzaron en una pelea “mano a mano” con el menor de ellos, y una vez concluída la misma se retiraban él y su primo del lugar, cuando ven la agresión que sufre su padre con un hacha y otro elemento. “Mi papá hablaba con Ballarini y el le pegó un hachazo en la cabeza, fui a defenderlo y de pronto vi una patada que venía, me pega y no recuerdo mas nada”, manifestó.   Aclaró que el origen de todo había sido alguna agresión verbal que un grupo de unas cuatro personas, entre quienes estaban dos de los Ballarini, efectuaron contra su hermana y una amiga. A partir de allí admite que fueron detrás de ellos, no para seguirlos sino para alejarlos para que no vuelvan, reconociendo que hubo intercambio de piedrazos, y todo esto se habría extendido por un espacio de siete cuadras aproximadamente.  El otro de los agredidos es sobrino de Guenchú y al ratificar dichos anteriores, manifiesta que el intentó sostener a los otros integrantes del otro grupo cuando se trenzaron en la pelea quienes se habían desafiado. Una vez terminada la pelea, aparece el padre de ellos con un hacha y una maza, observa como le pega un hachazo a su tío, se escapa al ser agredido por otros y cuando vuelve encuentra tirados sangrando a sus dos familiares, pero al intentar acercarse lo agarran entre dos y le pegan dos hachazos, echando a correr hasta quedar inconsciente.  Preguntado por el encuentro con los agresores, indicó que estos se habían propasado con las chicas y cuando los vieron comenzaron a los piedrazos. Dice no haber visto otros elementos, mas allá del hacha y la maza portada por Ballarini, y desmiente la posibilidad de haber usado algún tipo de arma de fuego, ya que su tío nunca fue partidario de tener una y las detesta. TESTIGOS   En la segunda jornada, desarrollada el jueves por la tarde se presentaron varios testigos convocados por el Ministerio Público Fiscal, entre ellos una mujer que dice haber llevado con su camioneta a los heridos al hospital, al observar la gravedad de las lesiones y no hacerse presente la ambulancia. Otros vecinos del lugar dieron algunos detalles de cómo observaron los movimientos esa noche, cerca de las dos de la mañana, cuando se producía el enfrentamiento.    Pero uno de los testigos, Diego Espinosa, aseveró que el regresaba a su hogar y vió mucha gente que rodeaba a un hombre tirado con sangre en la cabeza, pensó que lo  habían robado y lo ayudó a subir a una camioneta para luego tomar la bicicleta y continuar su marcha. Sin embargo, la Dra. Moreno, confrontó las posibles declaraciones efectuadas por esta misma persona en un relevamiento policial, que difieren de todo lo declarado en esta oportunidad. Así, en esa lectura, la Fiscal General dio a conocer lo que podría haber dicho Eslpinosa, con detalles sobre como vió la herida de la víctima, además de la forma en la cuál le pegaban y le saltaban encima.   El testigo desmintió todo, aduciendo que hacía dos días habían estado en su casa, le habían mostrado la declaración y asegura no haber dicho nunca lo que allí se expresa. La situación se profundizó aún mas cuando la Fiscal pidió se verifique y asiente el domicilio real del deponente, con el fin de llevar adelante alguna acción en su contra, viendo una actitud reticente que obstaculizaba la posibilidad de avanzar con su testimonio. El Dr. Gabalachis habló de amedrantamiento de la Fiscalía y el Dr. Arguiano expresó que seguramente los datos solicitados debían haber sido tomados, pero al consultar le respondieron en forma negativa, por lo que ordenó a la policía se tomen los recaudos en ese sentido, pasando a un cuarto intermedio. EL SAVD   Cabe destacar que también hubo un intercambio de opiniones sobre la labor cumplida por el Servicio de Asistencia a la Víctima del Delito, que es un organismo auxiliar del Ministerio Público Fiscal y acostumbra acompañar a víctimas y testigos convocados por la Fiscalía en diversas causas. LAS OTRAS VERSIONES   Cerca de las 18 se reanudó el Juicio, dándose lugar a la presencia de testigos ofrecidos por la defensa, en primer término el menor que había sido sobreseído en su momento de esta causa, quien ratificó haberse trenzado en una pelea personal, aclarando que los agredidos habían sido ellos, al ser perseguidos. Según su expresión, el padre de los Guenchú llegó para sumarse a la pelea y nunca vió pelear a su papá y a su hermano, además de aseverar que no observó ningún elemento, salvo una pistola portada por Guenchú, quien en medio de la pelea habría gritado: “tenelo que le pego un corchazo”.   Declaró que de lo de la otra familia salieron como siete personas mas, además de los Guenchú, aunque no sabe donde se metieron luego. “Ellos arrojaban piedra frente a mi casa y mi papá salió porque alguien le fue a avisar, y nunca vi que tuviera nada en la mano en ningún momento”, indicó a las partes de este juicio.   Un primo de éste, también traído por la Defensa, explicó que estaba en la casa de su tío cuando vinieron a avisar de la pelea y que al salir al exterior vió un hombre corriendo con una pistola en la mano, por lo que prefirió escapar del lugar, aunque llegó a ver unas treinta o cuarenta personas rodeando a quienes peleaban, sin poder reconocer quienes podrían haber estado entre ellos. Según dijo, su tío estaba acostado cuando vinieron a golpear la puerta.   La última persona que se presentó fue una mujer de apellido Ramírez, vecina del barrio 274 viviendas, quien aseguró haber visto a un hombre gritándole al padre de los Ballarini: “te voy a hacer cagar”, aunque también pudo ver, según sus dichos, dos cuerpos tirados en el piso, sin poder determinar quien era el que gritaba. Mas adelante indicó que vió desde la puerta de su casa un arma tirada al lado del nicho de una casa contigua, que fue levantada por alguien y envuelta en un trapo o una remera blanca, para luego ser entregada al conductor de un vehículo remisse.   Los hechos fueron a las dos de la mañana y ella se había ido a dormir cerca de las once de la noche, habiendo sido despertada por su madre y los piedrazos, aunque no esta segura de haber escuchado una explosión estando medio dormida.  Confirmó que nunca se movió mas allá de la puerta de su propia casa, desde donde observó las alternativas mencionadas. Dejó constancia que vive en la misma cuadra de los Ballarini y dijo que vió cuando alzaron a los dos cuerpos en una camioneta porque no venía la ambulancia. También precisó que había mas de quince personas presenciando todo esto, aunque de golpe desaparecieron todos.   El Juicio Oral y Público continuará el próximo martes 27 de abril, a las 15,30, de acuerdo a lo determinado por el Cuerpo Colegiado, esperándose finalizar con los testimonios, dando lugar luego a  los alegatos correspondientes a cada una de las partes.

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