La fiscalía lo imputó de tentativa de homicidio por dispararle en la cabeza a uno de los asistentes. El imputado declaró y dijo que se le disparó el arma accidentalmente. “Le estaban pegando entre 16 a mi hermano”, afirmó. La jueza ordenó que quede detenido mientras continúa la causa.
MADRYN. La jueza penal Estela Eizmendi dispuso la apertura formal de la investigación y la prisión preventiva de Ricardo Roldán, imputado de “tentativa de homicidio agravado” ocurrida en un pelotero la madrugada del lunes.
El hecho de sangre ocurrió a las 5.30 de la madrugada en el local “Mis Aventuras”, sito en la intersección de las calles Moreno y Juan B. Justo, luego de una discusión entre el propietario–junto con sus dos acompañantes- con los presentes.
En un momento, según relataron desde la fiscalía en la audiencia, Ricardo Roldan –hermano del propietario- extrajo de su vehículo un arma de fuego con la cual efectuó un disparo contra uno de los asistentes.
“La víctima trató de desarmarlo y quedó en el piso. Roldan le apuntó a la cabeza, le dijo “te la pongo” y efectuó el disparo”, indicaron desde el Ministerio Público Fiscal en base a las declaraciones testimoniales. “Por un acto reflejo –agregaron-, la víctima pudo correr la mano del imputado y evitó que el disparo sea directo en la cabeza. La bala rozó la cabeza de la víctima, quien se desvaneció en el lugar”.
La jueza Eizmendi dispuso la apertura de investigación y la continuidad de la prisión preventiva por el plazo de 40 días, mientras continúa la causa judicial que busca llegar a juicio oral. La resolución se conoció cerca de las 23 horas del martes.
La jueza entendió no hubo legítima defensa, tal cual sugería la defensa. Los testimonios contundentes, indicó la magistrada y afirmó que existe el peligro de fuga y entorpecimiento para dictaminar la continuidad de la prisión preventiva durante la investigación.
Audiencia
La “apertura de investigación y control de detención” se realizó la noche del martes, desde las 20, en la sala de audiencias de Tribunales.
La fiscal Silvana Salazar y el funcionario Jorge Bugueño formularon cargos por “homicidio agravado en grado de tentativa” y solicitaron la continuidad de la prisión preventiva del imputado mientras prosigue la causa judicial. Los funcionarios judiciales basaron su petición en los peligros procesales de “fuga” y “entorpecimiento”, previstos en el Código Procesal Penal.
“Hay dos versiones opuestas”, aseguró el defensor público Custodio Gómez, quien pidió la libertad de su patrocinado. “Se trató de un hecho fortuito”, sugirió.
La versión del imputado
Ricardo Roldán reconoció el hecho pero afirmó que fue un accidente. “Yo disparé porque le estaban pegando entre mucha gente. Hace meses atrás mataron a uno de mis hermanos. Yo no quise que me pase de vuelta”, indicó.
“Esa noche, cerca de las 12.30, fuimos al local por si sucede algún inconveniente y cerca de las 4.30 avisamos que había que cortar la fiesta. La gente empezó a sacar sus cosas y se empezó a escuchar griterío”.
“Yo vi que la multitud empezó a agredir a mi hermano. Lo tenían en el piso y lo pateaban entre 16 personas. Yo saqué un revolver, me metí al salón. Disparé al aire para que se detengan de pegarle a mi hermano, que estaba inconsciente. Vino una persona de atrás con una silla a pegarme. Empezamos a forcejear y se me disparó el arma. No fue intencional, no lo quise hacer”.
La policía ingresó y nos esposó. Afuera empezaron a romperme los vidrios del auto, la vidriera, la puerta”. “El arma de fuego no se de quien es”, respondió el imputado.
“Es una versión dada por el imputado que se contradice con las actuaciones policiales y las entrevistas, así como con la denuncia de la víctima”, replicó el funcionario fiscal Bugueño.
El dato
El imputado posee dos condenas por delitos contra la propiedad. En 2008, el juez Gustavo Castro lo condenó a 6 meses de prisión en suspenso y, en 2012, la jueza Patricia Reyes lo condenó a 6 meses de prisión de efectivo cumplimiento. “De recaer condena, la misma será de cumplimiento efectivo”, indicó la fiscal.
El informe policial resaltó que, al momento de intentar detener a Roldan, este intentó esconder un revolver calibre 32. Los investigadores, asimismo, secuestraron dos vainas servidas en el lugar.
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