Un recluso de la Unidad 6 de Rawson recibió una pena de tres años de prisión por intento de extorsión. Los llamados los cometía desde el teléfono público del pabellón.
En el juicio oral y público, un recluso de la Penitenciaría Unidad 6 de Rawson fue condenado a tres años de prisión por intento de extorsión en uno de los denominados “secuestros virtuales”.
Cristian Fernández, un preso de la Unidad 6 de Rawson, que cumple una condena a 19 años de prisión, hacía llamados extorsivos por teléfonos a vecinos de Puerto Madryn y, junto a una mujer ubicada fuera de la prisión, perpetraban los llamados “secuestros virtuales”.
Escogían a sus víctimas de la guía de teléfonos y los llamaban haciéndose pasar por policías para sacarles información, diciéndole que sus familiares habían sufrido un accidente. Luego, ya con datos precisos aportados por las mismas víctimas, los llamaban para indicarles del secuestro de los integrantes de la familia exigiendo dinero. Ahí empezaba a actuar la mujer, desde el exterior, al ir a recoger el dinero del rescate.
El fallo fue dictado por la jueza Patricia Asaro. Los imputados son Cristian Andrés Fernández, nacido en Capital Federal en 1976, actualmente cumpliendo condena, y Laura Patricia Breneman Mc Cloy, nacida en San José Costa Rica en 1972.
El caso
Cristian Fernández llamó a un teléfono fijo de Puerto Madryn. Atendió un joven. Era la tarde del 26 de noviembre de 2012. Le dijo falsamente que sus familiares habían tenido un accidente, excusa con la que logró conocer varios datos personales y detalles familiares de la víctima. Entonces, en una llamada posterior, le advirtió que todo se trataba de un secuestro y que debía entregar 20 mil pesos para que sean liberados.
El joven, de 18 años, paralelamente, se comunicó con la policía y comprobó que su familia estaba fuera de peligro. Ante ello, le “siguió el juego”, y le dijo que había conseguido 5.500 pesos.
Desde el penal, Fernández le da la orden de que ponga el dinero en una bolsa y se dirija por la calle Juan B. Justo donde le iba comunicando por intermedio del celular el recorrido y el lugar donde dejar el dinero. Al llegar éste a la intersección de la calle Dorrego y Alvear, le ordena de dejar el dinero en un canasto y retirarse, apareciendo prácticamente al instante una mujer, Laura Patricia Breneman, quien toma la bolsa del canasto e intenta retirarse.
Pero personal policial, que se encontraba vigilando los movimientos, la detienen inmediatamente. Además, le secuestran el celular que estaba utilizando.
La fiscal María Angélica Cárcano encabezó las investigaciones y en allanamientos efectuados por la División de Investigaciones de la Policía, a cargo del comisario Cristian Vázquez, fueron secuestrados aparatos celulares. Además, se secuestraron varios comprobantes de tarjetas “pin control 25”, que fueron adquiridos el mismo día del hecho y se utilizaron para cargar crédito en el teléfono público que usan los internos de la Unidad Penitenciaria N°6. Mediante esta carga de crédito, Fernández efectuó el llamado al teléfono móvil mientras aquél le iba indicando el lugar donde debía dejar el dinero.
Alegatos. En el juicio, la fiscal María Angélica Cárcano pidió cuatro años de prisión por el delito de “extorsión en grado de tentativa” mediante secuestros virtuales, y que se unificaran con las condenas anteriores. A su turno, la defensora Leyba manifestó que no había elementos para achacarle el delito a su asistido. el lunes 29 de diciembre a las 12, la Jueza Penal Patricia Susana Asaro dio lectura de la sentencia. Cristian Fernández fue condenado como autor del delito de “extorsión en grado de tentativa”. La mujer, Laura Breneman McLoy, en carácter de partícipe necesario, recibió una probation.