




Vaivenes de la causa
En la madrugada del 21 de agosto de 2008 al finalizar la jornada en el Pub Takos, las hermanas Mónica y Verónica Sosa se retiraban del lugar en una moto cuando Mario Esteller las embiste en su auto a una velocidad aproximada de 75 km/h, impactando contra ellas. Esteller se encontraba con un grado de alcohol en sangre de 1,49g/l, el triple del permitido para manejar, continuó su marcha mientras la moto era arrastrada por el automóvil hasta que se detiene por el rozamiento de la propia victima y la moto, sin que intentara maniobra alguna de evitación ni frenara el rodado a lo largo de aproximadamente 50 metros. Producto de este hecho, Verónica Sosa falleció en esos instantes productos de los impactos en la región cefálica, mientras que Gisel es trasladada con vida hasta el hospital donde fallece ese mismo día a consecuencias del traumatismo sufrido. A raíz de este hecho, el 21 de mayo de 2008 fue condenado a 9 años por “homicidio simple con dolo eventual” por el Tribunal integrado los jueces Pitcovsky, Martos y Lorenzetti. Pero la Defensa impugnó la calificación y luego de una audiencia de revision en septiembre del año pasado, el Tribunal de Cámara integrado por los jueces Minatta, Rodríguez y Montenovo cambió la calificación del hecho a “homicidio culposo”. A raíz de dicho cambio, en diciembre del año pasado se realizó una nueva cesura de pena y la jueza Flavia Trincheri condeno a Mario Esteller a 4 años y 6 meses en orden al “delito homicidio culposo, dos hechos en concurso ideal” en perjuicio de Verónica y Giselle Sosa. La Defensa impugnó dicha pena por lo cual el día miércoles se realizará una nueva audiencia de revisión, esta vez en la Cámara del Crimen, en la cual le podrían reducir la pena a Mario Esteller y conseguiría quedar en libertad.