Nota de Opinión
Por Miriam Pazos *
¿Qué hacer con los menores que participan de hechos violentos o delictivos? La respuesta es compleja. La respuesta más fácil y tentadora es aquella que terminaría por excluir al menor de la sociedad: cárcel, institutos, instituciones.
Pedir más sanciones y más duras no garantiza la transformación de nadie y da por perdido a alguien que aún tiene una vida por vivir. Una vida a lo largo de la cual bien podría redimir un episodio cruel. El problema es...

